La economía mundial es paradójica: los Países Bajos ($ 2009 mil millones) y Luxemburgo ($ 1,8 mil millones) se convirtieron en los mayores inversores extranjeros en la economía rusa en los primeros meses de 1,3. Además, lo cual es característico, el 72% del flujo financiero de los Países Bajos provino del comercio mayorista y minorista. Hubo pocos que quisieron invertir en la producción de zapatos, pero sin embargo, en los últimos años, aparecieron las primeras golondrinas tímidas. Un proyecto ha alcanzado la etapa de implementación, otro promete incorporarse en formas visibles el próximo año.
La "empresa de calzado BAOFU" funciona sin interrupciones
A finales de 2006, en la aldea de Kharlamovo, distrito de Tavrichesky, región de Omsk, se lanzó la producción de lutitas de silicona y lutitas de poliestireno sobre la base de BAOFU Shoe Company. Se invirtieron 10 millones de rublos en la compra de nuevos equipos. En la primera etapa del trabajo, se planeó producir 25 mil pares de zapatos por año.
Según el jefe de contabilidad de la empresa Nadezhda Vrubel, el beneficio de la producción de esquisto bituminoso durante el período de tres años aumentó en un 30%, aunque en 2008 los volúmenes de producción fueron tres veces más altos que en el actual. La demanda cayó debido a la crisis. En 2010, la empresa prevé volver al nivel anterior de trabajo, aunque tampoco se expandirá la producción. Los fundadores de la empresa, organizaciones chinas, continúan suministrando materias primas de China. La técnica que se utiliza para fabricar zapatos para piscinas, playas y saunas es de alto nivel, todas las máquinas están equipadas con microcircuitos electrónicos y funcionan sin interrupción. Desde la apertura, el equipo aún no se ha actualizado. Las pizarras se suministran a casi todas las ciudades de Rusia. La producción emplea a inmigrantes chinos y residentes locales.
"Kanji" están esperando las primeras golondrinas para mayo
Hace tres años, una empresa con el nombre de Kantsji Industrial and Commercial Joint-Stock Company se registró en Ussuriysk. Esta fue la primera etapa del programa ruso-chino, bajo el cual dos corporaciones chinas Kannai y Jixin (que formaron el nombre de la nueva compañía) planearon crear una producción de zapatos a gran escala (9 millones de pares al año, más que cualquier otra fábrica de zapatos rusa) habiendo invertido $ 250 millones en ella. La construcción de la zona para 68 empresas debía estar terminada para 2011.
Según Anatoly Pasechnik, Director Ejecutivo de Kanji, el plan comercial anunciado en 2006 sigue siendo válido. Sin embargo, debido a los cambios en la legislación local sobre tierras, las autoridades locales aún están considerando el registro del área destinada a la construcción. Este papeleo ralentiza todo el proceso de desarrollo empresarial. Hasta ahora, solo se han reconstruido 4 fábricas en la zona asignada. Planean legalizar la tierra solo para mayo de 2010.
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