Para empezar, algunas situaciones de la vida. Su empleado, el gerente del departamento de marketing, es un empleado brillante y activo que hace un muy, muy buen trabajo. Realiza las tareas asignadas a tiempo, pero cada vez de alguna manera "a su manera". Te parece que no escucha en absoluto tus recomendaciones, sino que, por el contrario, asegura que está realizando solo las tareas que se le asignan.
Uno de sus subordinados es un empleado bastante lento. Cada tarea se completa tarde. Y en el proceso, literalmente, "te" hace un millón de preguntas pequeñas. Intenta darle clientes "sin torcer" para que continúen trabajando, le confía la realización de mini presentaciones e involucra a los clientes en el proceso de redacción de felicitaciones. Cada tarea al final permanece desgarrada.
Sus subordinados no realizan crónicamente una tarea diaria (por ejemplo, ingresar información en una base de datos), citando la falta de tiempo. No tiene la capacidad de rastrear sus descargas todos los días. Como resultado, es imposible generar un informe correcto al final de la semana. Todos deben quedarse hasta tarde en el trabajo y trabajar en modo de emergencia.
Su gerente de ventas hace un buen trabajo. Usted está interesado varias veces por semana en cómo hace las cosas (monitoreo continuo). Después de un tiempo, comienza a notar que sus preguntas son claramente subordinadas molestas.
Si al menos parcialmente estas situaciones le recuerdan las suyas, significa que es hora de retomar el libro de Vilena Smirnova "Secretos de la motivación de los vendedores".
La mejor parte: además de consejos prácticos sobre cómo actuar en una situación determinada, podrás definir tu estilo de liderazgo, entender cómo lidiar con la apatía del vendedor, cómo cambiar el esquema de pago y medir el desempeño. Editorial "Peter"
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