Según una investigación realizada por la organización sin fines de lucro Roskachestvo, más del 70% de los rusos confían en la etiqueta GOST, pero los fabricantes sin escrúpulos prefieren aplicar la etiqueta popular incluso en los casos en que la calidad del producto no cumple con el estándar estatal. Un engaño común es el marcado de "zapatos ortopédicos", que no cumple ninguna función médica, pero cuesta más y está posicionado como aprobado por la comunidad médica. Otro ejemplo de un truco engañoso es la etiqueta de cuero ecológico, aunque el material es una piel sintética normal.
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